domingo, 26 de febrero de 2012

Otro sueño cumplido

Hola de nuevo,

Por fin llegó la semana, la MARATÓN estaba aquí, aunque eso sí, si no llega a ser por que me había comprometido con Araceli y con Josete no hubiera ido seguro. Ahora me alegro de haberlo hecho.

El viaje empezó el sábado por la mañana, desayuno con Luz en una cafetería cercana a la casa y del tirón para donde habíamos quedado los tres, no sin esa sensación que acompaña todos estos eventos/viajes que te hace preguntarte todo el rato: ¿Que se me ha olvidado? Creo que lo llevo todo... eso espero.

Viaje hasta Sevilla de parloteo sin parar, se hizo ameno, cuando llegamos allí teníamos que encontrarnos con la cuarta integrante del viaje (Elena), otra de las corredoras, cual es mi sorpresa cuando la vemos...¡¡ESTÁ FUMANDO!! (no puedo decir que no sentí envidia).

Tras dejar las maletas en el hostal, aparcar el coche etc. vamos a la recogida de dorsales y a comer. En la comida nos encontramos con Gonzalo, intercambio de impresiones, preguntas sobre como van los entrenamientos y nos damos suerte para el día siguiente. Vuelta al hotel, paseito, cena y a descansar que mañana toca batalla.

Llegó el gran día:

Salimos del hostal y ya empieza mi cabeza a darle vueltas a todo, "Joder, el gemelo te está molestando algo mas que ayer", "mira que si te tienes que retirar", "y si me lesiono", "¿y si no corro?". Llegamos al estadio, aproximadamente 5500 personas preparadas para correr una maratón Y YO ENTRE ELLAS!!!

Josete y Elena se ponen a calentar, los pierdo rápido, no se si calentar, no quiero gastar ni un ápice de fuerzas, estiro un poco el gemelo y... esa cara me suena, es el padre de Juan Antonio, nos saludamos, nos animamos y él sigue calentado.

Ha llegado el gran momento, no hay pistoletazo, y si lo hay no lo escucho, sé que la cabeza ha empezado porque lo dice el speaker.

Salida a trompicones, acelerones y frenazos pero sin problema. Eso sí saliendo del estadio parada en seco porque se estrecha mucho el camino, una vez fuera hay muchísima gente animando, primera vez que me emociono, estoy corriendo una maratón, llevo 500 metros aproximadamente, vuelven las dudas, ¿conseguiré acabar? De repente un corredor se va al suelo justo delante de mí, lo esquivo por los pelos, se levanta inmediatamente, le pregunto si está bien y asiente con la cabeza.

A los 2 Km me cruzo con la cabeza de carrera, ya le llevan más de 2 minutos al tercero ¡¡QUÉ BARBARIDAD!! Empiezo a acordarme de mi gente y lo que me gustaría que estuvieran aquí.

Intento ir a un ritmo lento porque esto es muy largo, pero las piernas aceleran solas, miro el reloj y marca 4:50 min/km ¡¡¡¡FRENAAAAAA!!!! te habías propuesto 6 min/km, pero cada vez que miro el reloj voy rondando los 5:30, a ver pon donde me sale esto.

Me da la sensación de que me han adelantado millones de personas, debo de ir el último, miro para atrás en una pequeña rampa y veo una marea multicolor que no tiene fin, respiro tranquilo, no, no voy el último ni mucho menos, cuando luego dimos la vuelta al final de la avenida, veo que hay muuucha gente detrás de mí, de repente escucho un rítmico PLA-PLA, PLA-PLA, miro, un chaval está corriendo en chanclas de piscina, hay gente para todo.

Pasan los kilómetros y cada vez me encuentro mejor, kilómetros 10, 12, 15, intento beber en todos los avituallamientos, poco pero beber algo. le hago caso a David y me voy tomando un gel cada 7 km, por ahora voy bien.

Llega el kilómetro 21 pienso que ya he pasado la media maratón, pero no, en ese momento veo el cartel de media maratón, junto con un servicio portátil... no se donde va a estar el próximo, llevo desde el 8 orinándome, es el momento.

Salgo con la frase de Samsagaz Gamyi (El señor de los anillos) en la cabeza, no la recuerdo literalmente pero era algo así como "Señor Frodo, si doy un paso más, será lo más lejos que he estado de mi hogar en mi vida"  Con la diferencia de que para mí, que cada paso más que dé será la distancia más larga que he corrido, este pensamiento me sube mucho los ánimos.


Llega el kilómetro 25, Araceli me comentó que lo mismo me esperaba para correr conmigo un rato desde ahí, la busco como quien busca un oasis en el desierto, se que lo que me queda es lo más duro, pero no la encuentro, habrá corrido con Elena...


A partir de ahí nos juntamos un grupito de 4, 2 corredores de unos 50 años que van juntos, tienen la misma equipación, 1 chica de unos 40 y yo, nos animamos entre nosotros, se descuelga uno de los dos hombres sobre el kilometro 27, un poco después se descuelga la chica, nos quedamos los dos, seguimos animándonos mutuamente, llevamos buen ritmo, algo por encima de 6, llegamos al km 30. "Aquí empieza la carrera" me dice mi compañero de viaje, me siento mejor de lo que me esperaba, a lo mejor no iba tan mal entrenado.


En el avituallamiento del kilómetro 32.5 pierdo a mi compi, miro para atrás buscándolo, pero no lo veo, bajo el ritmo (fallo) a ver si me pilla, pero nada, decido olvidarme de él y seguir con mi carrera, de repente, el estómago está haciendo cosas raras, MUY RARAS, joder Jero, te vas a tener que meter detrás de un arbusto?? no llegas al siguiente servicio... me he tomado ya 4 geles, nota mental, los geles no son buenos :) por suerte con la misma velocidad que vino esa sensación se fue, eso sí decido deshacerme de los geles para evitar la tentación, otro fallo del que me acordaré mas tarde.


Miro el reloj y me doy cuenta de que mi ritmo es casi de paseo, 6:40 min/km por lo menos sigues en la carrera.

Kilómetro 35, empiezo a pensar ¡¡¡¡ESTO ESTÁ HECHO!!!!....¡¡¡¡Y UNA MIERDA!!! (con perdón) todavía me sentía bien, pero, llega en el 37-38 no estoy seguro, ahí supongo que me vino mi muro... ahora, en frío, pienso que solo me faltaban 4-5 kilómetros, se me hicieron eternos, parecía que la distancia crecía y crecía, me convenzo a mí mismo de que no puedo pararme a andar, aunque por otra parte me convenzo de que tengo que hacerlo, pues ni para uno ni para otro, ando en los dos últimos avituallamientos, volver a correr (si se le puede llamar correr) después de estos, da la sensación de ser una tarea imposible.

Kilómetro 41, ¡¡YA SÍ!! ya está aquí, se ve el estadio, pero... está demasiado cerca... espero que no me hagan dar 2 vueltas a la pista... de repente curvita para alejarse del estadio, serán ......s en fin, ya está hecho, escucho los ánimos que un par de chavales en bici le dan a 3 amigos, los hago propios, me imagino que son los míos animándome, no sé de dónde saco fuerzas y acelero, acelero a ritmo de principio de carrera, miro el reloj, 5:40, sonrío, estoy entrando en el estadio, LO CONSEGUÍ, soy consciente de que hay música, ruido, gente, pero solo consigo acordarme de los míos y de lo que me gustaría que estuvieran aquí, levanto los brazos, lo he conseguido, arco de meta, SE ACABÓ, OTRO SUEÑO CUMPLIDO.

Los tres maratonianos con toda la cara de felicidad


Por cierto, tengo que agradecer la grandísima compañía que tuve en el viaje, así como a todos los que me habeis animado en esto. Por supestisimo a Luz por aguantarme todos los días, más con lo pesado que me pongo con estas cosas. GRACIAS!